Una cosa muy divertida para descubrir con los niños en la cocina:
Podemos guardar en tarros: hiervas aromáticas, ajos, frutas e ir preguntándoles: ¿A qué huele? ¿A qué comida les recuerda?
Si son muy pequeños, no importa que vean lo que contiene el tarro, puede que no reconozcan algo sin cocinar, o sin cortar...
Son los olores.
Nuestras cocinas están llenas de diferentes aromas.Podemos guardar en tarros: hiervas aromáticas, ajos, frutas e ir preguntándoles: ¿A qué huele? ¿A qué comida les recuerda?
Si son muy pequeños, no importa que vean lo que contiene el tarro, puede que no reconozcan algo sin cocinar, o sin cortar...
Truco:
Puede ser interesante ver como el olor se traslada, y podemos aprovechar para que nos pelen unos ajos. Si metes dientes de ajo en un tarro, lo cierras y lo meneas fuerte, sus pieles se desprenden.
Recuerdos:
Buscando las fotos de carnavales pasados, me tropecé con estas fotos, también fotos de mi niño en otras actividades, y cuesta creer que fuera tan pequeño. Qué rápido paso el tiempo.
Hace tres años que hice este blog, y lo hice cuando mi niño tenia tres años, así que ahora con 6, llevamos mucho tiempo cocinando juntos, hay temporadas que menos y otras más. Es curioso ir descubriendo como las familias influimos. Pixelillo adora la comida asiática, ir a comer a restaurantes, todo lo que lleve pescado, espinacas, así que a veces, a los no padres les sorprende que tal plato sea para él. A los padres, no, cuando vas conociendo niños vas descubriendo que unos no comen un donut pero les chifla la fabada, solo comen una fruta pero devoran todo tipo de verduras, o al revés. Cada niño, como cada adulto, tiene sus gustos, pero lo que ven en casa influye mucho.
¡Qué pena, que eso no funcione para dormir! Le damos ejemplo, dormimos por las noches pero lo de pasar una noche entera durmiendo sin: dramas, ataques de tos, terrores nocturnos, pesadillas, excursiones sonámbulas, peticiones de agua, visitas al baño, necesidades urgentes de ese peluche; no es lo suyo.
Ayer de madrugada: "mamá, no me dejes". Dormido, angustiado. Le digo: "Estoy aquí." Se queda tranquilo, y sigue durmiendo. Gracias colecho— Vidas pixeladas 🍅 (@VidasPixeladas) 1 de marzo de 2019